El historial crediticio es tu perfil financiero, es el registro de los compromisos financieros que has adquirido a lo largo de la vida y resume cómo ha sido tu comportamiento de pago en el pasado con créditos y deudas que tengas o hayas tenido.
A partir del historial crediticio, se calcula un puntaje o “score” de crédito. Si tu comportamiento de pago ha sido impecable se obtendrá un puntaje alto y un reporte positivo en las Centrales de Riesgo. Si por el contrario, ha habido algún retraso o incumplimiento con los pagos, se reflejará un puntaje bajo y un reporte negativo en las Centrales de Riesgo.
El historial crediticio es como tu carta de presentación al momento de solicitar cualquier préstamo, ya que esto es lo primero que las entidades tienen en cuenta para poder evaluar el nivel de riesgo que representa cada persona y con base a su calificación aprobar o negar solicitudes de crédito.
Con un puntaje alto y un reporte positivo en Centrales de Riesgo es más probable que te otorguen mejores y mayores créditos con tasas de interés más bajas y que te ahorres trámites y tiempo en reunir la documentación requerida. Cuando el reporte es positivo en Centrales de Riesgo, la información tiene permanencia indefinida en tu historial de crédito, es decir, siempre estará visible.
Si tienes un reporte negativo en Centrales de Riesgo, la información se eliminará después de que pase el doble del tiempo que hayas tardado en ponerte al día, esto cuando el incumplimiento de la deuda es inferior a 2 años. Si el incumplimiento de la deuda es mayor a 2 años, estarás reportado como máximo 4 años a partir de la fecha de pago de la deuda.
No te preocupes si tienes un puntaje de crédito bajo o tienes un reporte negativo en Centrales de Riesgo, aún estás a tiempo para organizar tus finanzas y comenzar a administrar tus obligaciones de forma responsable. Aquí te compartimos algunos TIPS que te pueden ayudar a mejorar tu puntaje de crédito:
¿Sabías que el endeudamiento bien manejado puede darte más ventajas de las que te imaginas? Por ejemplo, si eres responsable y estable financieramente puedes llegar a construir patrimonio, tienes más oportunidades para adquirir un bien o puedes realizar con mayor facilidad planes que sean importantes para ti.
Primero que nada, quítate de la mente que tener deudas es malo, por el contrario son necesarias para que construyas un buen historial crediticio, pues esa es la única manera en la que los bancos pueden acceder a información para tomar una decisión cuando quieras hacer una inversión mayor.
Sin embargo, ten presente que el hecho de endeudarte sin tener en cuenta tus finanzas personales, pone en riesgo tu sostenibilidad financiera pues el mal uso del crédito puede afectarte negativamente, y eso sí sería un verdadero dolor de cabeza.
Sabiendo esto, a continuación te daremos unos tips a tener en cuenta para lograr y mantener un endeudamiento saludable.
Ahora que sabes esto ya no volverás a “estar endeudado”, recuerda siempre ser consciente de la plata que recibes, organiza el dinero que sale y planifica tus metas en un tiempo prudente. Controla tus gastos diarios y así comenzarás a ver resultados antes de lo que crees.
Armar un presupuesto además de ser una parte fundamental para tener una buena salud financiera, también es algo tan personal como el documento de identidad, pues ningún presupuesto se parece a otro. Eso sí, para construirlo debes tener en cuenta tus necesidades, estilo de vida, propósitos y proyectos.
Así que ¡Manos a la obra! Porque aquí te enseñaremos cómo puedes armar un presupuesto adecuadamente y por qué es importante construirlo.
Hacer un presupuesto significa identificar y poner en la balanza tus ingresos y gastos para encontrar el balance ideal y hacer espacio para el ahorro. Cuando lo tengas, tendrás un esquema o mapa completo de tu situación financiera, que te será de gran utilidad para elaborar un plan de acción que te lleve a tomar decisiones frente al ahorro, el endeudamiento responsable y la priorización de tus gastos.
El punto de partida es elegir una aplicación, un cuaderno o una hoja de cálculo para plantearlo. Luego, definirás el tiempo para el que estás presupuestando; es decir si se trata de una quincena, un mes, un año o el tiempo que necesites. Seguido a esto, especifica los siguientes puntos:
Sigue estos pasos y básate en las reglas que te compartimos para que tengas un camino certero a la hora de organizar tus finanzas, tu presupuesto te indicará qué debes evitar, cómo, cuándo y cuánto gastar.